Blanca nació en un ambiente familiar donde al mundo emocional y psicológico de las personas siempre se le ha dado mucho valor. Desde muy pequeña le contaba a su familia que le gustaba mucho escuchar a los demás e intentar ayudarles a resolver sus problemas.

Conforme fue creciendo, empezó a sentir una gran vocación por intentar comprender los entresijos de ese mundo psicológico de las personas, saber cómo funciona la mente y por qué actuamos como actuamos. Debido a su capacidad de observación y empatía, se empezó a dar cuenta de que la mayoría de los problemas de las personas que tenía a su alrededor, eran por causa psicológica y emocional. Por lo que decidió estudiar psicología para poder ejercer profesionalmente su gran vocación en la vida.

Desde que empezó la carrera le ha apasionado la psicología clínica, por eso, realizó prácticas en un centro especializado en Tratamiento en Adicciones, donde dio sus primeros pasos como psicóloga realizando terapias grupales mediante Terapia Cognitivo-Conductual y Mindfulness. Al terminar la carrera, la formación continuó siendo algo primordial para ella, por lo que decidió especializarse y realizar un Máster en la Universidad de Granada en Cuidados de la Salud para la Promoción de la Autonomía de las personas, y la Atención a los Procesos del Cuidado del Fin de Vida. Gracias al cual conoció la importancia de saber cómo acompañar como psicóloga en los momentos de máxima vulnerabilidad, como en los momentos previos al final de la vida.

Después realizó el Máster General Sanitario en la Universidad de Sevilla, el cual le brindó una gran formación y experiencia. Pudo conocer diferentes tipos de terapia, como la Terapia Sistémica, o la Terapia de Aceptación y Compromiso. Además, tuvo la oportunidad realizar parte de sus prácticas en una Unidad de Salud Mental Comunitaria, donde pudo conocer el funcionamiento de la salud mental en el servicio público y tratar con población y casos de todo tipo. La otra parte la realizó en el sector privado, en una clínica de psicología infantojuvenil, donde también aprendió y disfrutó mucho con los casos y las familias que pudo acompañar, decidiendo en ese momento formarse más en profundidad en el ámbito infantojuvenil realizando un Máster de Atención Temprana.

Tras esto, pudo trabajar como psicóloga infantojuvenil en un centro privado, acompañando casos muy graves y delicados de niños y adolescentes con trastornos del neurodesarrollo, como TEA o TDA(H), y también T. emocionales, conductuales, o algunos TMG. Además de realizar un trabajo diario con los padres y cuidadores de los menores mediante terapias familiares, tratando diferentes problemáticas de crianza, aceptación de diagnósticos, primeras noticias, duelos, apegos y vínculos emocionales. Sin embargo, durante esta etapa Blanca nunca perdió su interés en profundizar más sobre cómo funciona ese mundo psicológico y emocional de los adultos que tanto analizaba desde pequeña, y en saber más acerca de cómo acompañar como psicóloga a personas adultas de manera más individual, enfocada a ayudar a comprender y aliviar sus heridas emocionales mediante psicoterapia.

Esto le motivó a querer aprender y saber más acerca de otras terapias, y a darse cuenta de que el enfoque integrador en psicoterapia es el que más encajaba con ella. De tal manera que, durante este tiempo ha continuado en constante formación, especialmente en trauma y apego, trastornos emocionales, trastornos de personalidad, y duelos. Con proyección de especializarse también en EMDR.